Jerga patiesa
Por Rafael
Candanedo
Enemistad
con el verbo “haber”. Verbo impersonal.
Solo se conjuga en tercera personal singular. No existe plural. Cuando este
verbo está soltero. Cuando complementa otro verbo, entonces dominan las
cualidades del auxiliado. Ese verbo “haber” lo estropean a cada rato, la tele
es la protagonista. En boca de comunicadores, funcionarios y otros parroquianos.
Para arriba
y para abajo, es común escuchar de bocas poderosas “han habido” hasta demonios
cuando es inexistente esa expresión. Lo correcto: ha habido demonios; ha habido
relámpagos; ha habido escándalos. En
singular la forma verbal, compuesta ‘ha habido’. ‘Haber’ se duplica.
Afirman: ‘habían
más de cien agentes’, ‘habían personas que estaban en la lista’, ‘han productos
no vencidos’, ‘en la escuela no habían docentes’. En todas estas frases, la
opción es ‘había’, singular. ‘Hubieron tres accidentes’, ‘hubieron padres de
familia’. En estas frases, lo correcto es ‘hubo’.
Vienen con
el ‘habrán’. Abraham el de la Biblia. ‘Habrán percances’. ‘Habrán partidos’. Lo
correcto: ‘habrá percances’, ‘habrá partidos’. Verbo en singular.
Tufo
policial. La jerga administrativa policial, sin que sea obligante, termina
contagiando los mensajes comunicacionales y de otras esferas de la vida. A
nadie le importa el disparate ‘se dio con la captura’ o desempolvar del
formulario correspondiente el sexo del involucrado: ‘femenino’. Son legítimos ‘se capturó’ o ‘capturaron’, o ‘mujer’
o ‘señora’.
Sintaxis
apuñalada. Son inaceptables las cuchilladas contra la sintaxis, como si les
causara alegría a los responsables, no pocas veces funcionarios que están
obligados a respetar la Constitución, de manera particular el artículo que
declara oficial el idioma español. El sujeto anda por un lado y el verbo por
otro: “El grupo de padres de familia se apersonaron a la escuela”, “la
comunidad educativa tienen agua desde hoy”, “que cada tripulación cumplan con
la navegación”. En las oraciones, el verbo fue expresado en plural, cuando
debió ser en singular: “se apersonó”, “tiene” y “cumpla”, para sintonizarlo con
el núcleo del sujeto (grupo, comunidad, tripulación). A la inversa, está la
siguiente: “Las autoridades intenta (sic) dar con los responsables”. Lo
correcto: intentan.
Síndrome “lo
que”. Todos llegan a las cámaras y los micrófonos a contagiar al país de “lo
que”: lo que fue, lo que es, lo que será. El síndrome puede hasta borrar entes
físicos del mapa, y no se diga espirituales. Escuché: “Se llevaron los heridos
en lo que es la ambulancia”. Deshizo la ambulancia y la descuadernó. Eliminar
esa peste, esa cuña horrorosa. Lo correcto: “Se llevaron los heridos en la
ambulancia”.
Asfixia. Muchos
interlocutores prefieren usar en una oración palabras de una sola familia. funcionario
levanta la voz: “Se requieren requisitos”. ¿Y entonces? Y este abogado pondera
sobre el origen de las hormigas Ninga:
“En el mundo de las posibilidades, todo es posible”. Me convenció el ministro:
“Responsablemente, vamos a asumir nuestra responsabilidad”. Así se vende un
producto, sin parpadeo: “Van a dar atención personalizada a las personas”.
Si el país
mantiene esta austeridad léxica, en unos años podemos todos estar hablando a
base de gestos.
RAFAEL CANDANEDO
Periodista, filólogo, profesor
@rafaelcanda
(507) 6323-2081